Todos tenemos ese pequeño espacio en la pared que nos gustaría colgar un cuadro, poner alguna plantita ó un mueble, pero hay poco espacio… ¡Y que crees! todas esas opciones se pueden hacer.
Hay un dicho que dice todo cabe en el jarrito, sabiéndolo acomodar, y es precisamente lo que las repisas nos ayudan a realizar en nuestros muros.
Lo primero que tenemos que hacer es el elegir que tipo de repisas vamos a colocar, cuadradas, rectangulares, en zigzag o la forma y tamaño que te guste más, te recomendamos que sean diferentes figuras para darle un poco más de dinamismo.
Después tienes que medir el espacio donde vas a colocarlas y te apoyas en el piso delimitando el área con cinta adhesiva para hacer diferentes acomodos sin tener que taladrar varias veces tu muro; también puedes dividir el espacio en dos con la cinta adhesiva para que tu acomodo lleve un balance y no caigas en lo lineal o convencional, esto te dará balance y dinamismo.
Cuando encuentres el acomodo que te guste, apóyate de papel “Kraft” dibujando todas las repisas que colocaras y pégalas en tu muro para que te sirva como guía al momento de taladrar, esto te ayudará a evitar errores y colocar mal tus pijas o clavos.
Ya para terminar después de colocar todas tus repisas, dale vida con decoración como: plantitas, portar retratos e incluso puedes añadir una mesita o taburete pequeño para colocar algunos libros o incluso dejar tus objetos personales.
¡Y listo! ya tienes más que un muro, pon en práctica estos tips y cuéntanos que tal te fue.